Tanto la corrección ortotipográfica como la corrección de estilo se llevan a cabo con la función de control de cambios activada para que el cliente vea reflejadas todas las modificaciones que se han realizado sobre el texto. De esta manera, tendrá total libertad para decidir cómo y cuánto modificar su obra.
Tras la entrega de la primera versión de la corrección, se abrirá un periodo de comunicación entre cliente y corrector durante el cual el corrector solicitará aclaraciones y el autor o editor podrá revisar la obra corregida y comentar dudas o desacuerdos. En función del texto se realizan entre 1 y 3 iteraciones hasta que se obtiene la versión definitiva del mismo.
En cualquier caso, el texto pertenece al autor y la decisión final sobre los cambios es suya.
Cuando se finaliza la corrección se entregan al cliente dos archivos: uno con el control de cambios activado, de modo que siempre pueda comparar versiones, ver en detalle cada cambio y aceptarlo o rechazarlo, y otro con todos los cambios aceptados, limpio de marcas y comentarios, listo para usarlo en la siguiente fase del proceso editorial si resulta conveniente.